Dentro de una semana llega la temida Vuelta Al Cole, y es que retomar las clases no es fácil, ni para las niños ni para nosotros. La adaptación escolar (ya sea en el colegio o en la guardería) supone un nuevo reto para todos.
Pero este año yo estoy preparada, no me va a pillar desprevenida, porque ya lo he vivido una vez, porque se lo que me voy a encontrar y, aunque lo pasaré fatal igualmente , la experiencia me ha dado una perspectiva que me ayudará para que sea más llevadero.
Y es que este año toca adaptación por partida doble, será el primer año de cole para LaHijaMayor, y el primer año de guardería para LaPequeña.
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Adaptación a la guardería: lo que te vas a encontrar
La adaptación a la guardería la viví hace justo 2 años. Y por aquel entonces, como toda mamá primeriza, no tenía ni idea de lo que era.
En las reuniones previas, al inicio del curso, las educadoras te avisan: será duro para la niña, se va a encontrar en un sitio extraño, con gente que no conoce, lleno de otros niños quizás demasiado ruidosos, le costará mucho al principio…
Bueno, se acostumbrará -piensas- solo necesita unos días de adaptación.
En mi caso, a mi hija mayor le costó bastante, más de un mes. Pero el tiempo que ella necesitase no es lo más importante, cada niño tiene su ritmo, su carácter. Lo realmente importante fue el proceso.
Durante la primera semana, estaba con ella a ratitos dentro de su clase: el primer día una hora, el segundo día dos horas, el tercero hasta la hora de comer… y a partir del cuarto día debía acompañarla un rato y dejararla otro ratito solita…
Y siempre el mismo drama a la hora de la despedida: entras con ella de la mano, la dejas a las puertas de su clase, le das un beso (o dos o cuarenta) y un fortísimo abrazo y te despides con la mejor de tus sonrisas, disimulando a más no poder que tienes un nudo en la garganta (porque no sabes a quien le duele más la separación, si a tu peque o a ti).
Allí estaba mi niña (que había estado todo su primer año y medio de vida sin apenas separase de su mami) mirándome como la dejaba allí y rompiendo a llorar, pero no cualquier llanto, no, parecía que la estuviese dejando a las puertas de una mazmorra o que se yo. Y entonces empieza a golpear la puerta de cristal de su aula, transparente a más no poder, y grita “mamaaaaá” y se te empieza a caer una lagrimilla, y te vas, te cuesta, pero sales de allí, dejándola atrás…
Que rato más malo hasta que vas a buscarla de nuevo. Y al día siguiente otra vez igual.
Cuando han pasado dos semanas así, llorando cada vez, te preguntas cuando dejará de pasarlo mal.
Si siempre está feliz cuando acaba el día – piensas – si allí se lo pasa genial.
«Mira mamá hoy he hecho pintura. Hoy hemos bailado y cantado. Hoy te traigo una figura de barro…» – y te lo dice contenta. ¿Porque sigue costándole tanto la separación? ¿Cuando podré decirle adiós y verla sonreir y así irme yo también a trabajar con una sonrisa?
Y el periodo de adaptación acaba … ¿ o no?
Poco a poco va pasando, poco a poco ya sólo llora los lunes…Y un día ya solo pone cara tristona, pero enseguida marcha a jugar con sus compañeros.
Cuando parece que lo ha superado, cuando se puede decir que está totalmente adaptada a la guardería, entonces, entonces… llegan las vacaciones de Navidad.
Y después de pasar 20 días en casa, un par de días después de Reyes, allí estas, dejándola de nuevo en la guardería y ella de nuevo llorando a lágrima viva, “mamaaaá” y tú otra vez con el corazón encogido, deseando que se vuelva a acostumbrar pronto, que no sea tan duro esta vez.
Pero eso pasó hace ya 2 años. Y viendo que #lapeque tiene aun más mamitis que #laflorecilla, me he preparado, me he documentado.
Ya se lo que me voy a encontrar y voy a hacer lo posible para que ese proceso de adaptación, que es inevitablemente necesario, sea lo mas llevadero posible para todos.
Este año, de hecho hace solo unos meses, descubrí la biblioteca digital de Edúkame. En concreto me he leído la guía del método para la adaptación escolar feliz. Según ésta, el temperamento de mi peque se define como “traviesa” y sugiere que tendrá una adaptación fácil (eso espero).
Consejos para la adaptación escolar a P3
Los besos mágicos
De esa lectura saqué una idea maravillosa : los besos mágicos. Una idea que ya he empezado a aplicar con mi hija mayor. Los besos mágicos son un ritual que se empieza a preparar unos días antes del inicio de las clases.
Nosotras hicimos el ritual justo ayer.
Primero le expliqué una historia improvisada sobre todos los tipos de besos que existen: los besos de buenos días, los besos de buenas noches, los besos de despedida, los besos porque te quiero…
Luego le expliqué que se pueden dar de muchas formas: besos ruidosos, besos pedorreta, besos silenciosos, en la frente, en la mejilla, en la barriguita… (con ejemplos de cada beso, por supuesto )
A continuación le pregunté de que color quería que fuese cada beso, imprimí una hoja con labios para colorear (que saqué de la misma página de Edúkame) y con lápices de colores fuimos pintándolos uno a uno.
Mi hija me sorprendió con frases como:
Los besos del Buenos Días son amarillos, como el Sol. Y los de Buenas Noches son rosas, mi color favorito es el rosa.
Cuando estaban todos pintados, los recortamos y le dije : «Estos besos te acompañarán en esos primeros días que yo no esté contigo en el cole.
Los meteremos en algún bolsillo de la chaqueta o de la mochila, para que, cuando me eches de menos, pueda tenerlos a mano». Acto seguido, se levantó de la mesa, cogió uno de los besos recortados (el amarillo), se fue a su habitación y lo metió en un bolsillo de su mochila… Hay veces que me la comería.
Leerle cuentos para que lo entiendan
Pues sí, existen infinidad de libros que cuentan historias de la temática de adaptación escolar.
Historias para niños de 2 a 4 años que les harán tomar conciencia y quizás, solo quizás, ayudar a comprender y gestionar mejor la separación esos primeros días.
Recientemente me he leído»No quiero separarme de mamá» (podéis encontrar la reseña del libro en este enlace). Es un bonito cuento para explicarle a vuestro hijo los días previos al comienzo de las clases.
- Slegers, Liesbet (Autor)
Otro cuento de esta misma temática es Nacho Va al Colegio. Una historia típica de un niño que no quiere ir al colegio, pero explicado de una forma muy divertida.
El ritual de la guardería
Y entonces, cuando ya lo tienes todo controlado para la adaptación escolar llega… la otra adaptación, la adaptación al jardín de infancia de #lapeque.
Mi hija pequeña solo tiene 1 año, demasiado pequeña para entender lo de los besos mágicos, pero si que entiende las imágenes, y reconoce a toda la familia en las fotos.
Los «deberes» que nos ponen a los padres en la guardería para el periodo de adaptación es preparar varias fotos: una de ella con su hermana, otra de este verano, una de toda la familia… y con todas las fotos he hecho un mini-álbum, plastificado, que se llevará a guardería para poder hojearlo cada día que esté allí.
Además de las fotos, le llevaré un CD con todas las canciones que más le gustan, las que le canto para dormir, con las que baila… para que lo escuche allí.
Y se llevará todo eso y un peluche, su osito preferido. Todo estos objetos la acompañará en su día a día en la guardería.
Y solo espero que, aunque sea difícil la adaptación, esa separación no le cueste tanto, porque siempre tendrá algo con ella que le recordará a su casa.
¿Y tú? ¿Qué estrategias utilizas para que la adaptación escolar de tus peques sea más llevadera?
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